Devuelve la firmeza a tu cara con los hilos tensores
Presume de un rostro más joven gracias a los hilos mágicos
Con el paso del tiempo, la piel del rostro pierde elasticidad, a medida que se reducen el colágeno y la grasa facial. Si es tu caso, no te preocupes, ahora puedes hacer frente a la flacidez y devolver la firmeza a tu cara gracias a los hilos tensores.
Se trata de un tratamiento no invasivo contra el descolgamiento facial, que permite definir el rostro, recuperar el óvalo facial y disimular su envejecimiento, manteniendo un aspecto más joven.
¿Qué son los hilos tensores?
Se trata de una técnica cada vez más demandada, al no ser intrusiva, resultar indolora y ofrecer resultados increíbles. Favorece el tensado cutáneo a través de la inserción, con una aguja guía, de hilos mágicos en puntos estratégicos del rostro, creando una especie de malla que lo sujeta.
Sus efectos son progresivos (notables a partir de la segunda o tercera semana) y tienen una duración aproximada de un año. Gracias a ellos se consigue un aspecto de lo más natural, sin modificar la expresión, y, además, la calidad de la piel mejora, puesto que estimulan la producción de colágeno.
Una de las grandes ventajas de los hilos tensores es que son reabsorbibles (no hay que retirarlos) y biocompatibles con los tejidos dérmicos, evitando problemas por reacciones alérgicas o rechazo posterior.
¿Dónde pueden aplicarse los hilos tensores?
Prácticamente en cualquier zona del rostro en la que se quiera combatir la flacidez y conseguir un efecto elevador: pómulos, cuello, doble mentón, cejas, surco nasogeniano...
Además de en la cara, pueden utilizarse para hacer frente al descolgamiento en otras partes del cuerpo, como los brazos, el abdomen, los glúteos o los muslos.
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